Una de las piezas que más se suele averiar en un portátil es la fuente de alimentación. Veremos alguna de las causas más frecuentes.
En la mayoría de los casos, las fuentes de alimentación funcionan sin problemas hasta que se estropean por una subida de tensión eléctrica. Otros casos son provocados por el propio usuario al sobrecargar los puertos USB con discos duros y pendrives, que piden más energía, por lo que la fuente de alimentación se sobrecalienta hasta que falla. Cuando el problema viene de ahí, hay que ver la parte positiva, ya que si el alimentador no se hubiera fundido, probablemente el sobrecalentamiento hubiera fundido alguna conexión en la placa base.
En otros casos, el problema es provocado por el fallo de alguna de las celdas que componen la batería. Al fallar, el equipo pide mas energía, provocando que el alimentador se sobreesfuerce, se caliente y falle. Puede ser que se de el caso de que el usuario conecte demasiados dispositivos y la batería tenga una celda que falla. En ese caso, el alimentador fallará antes.
Por ello, es importante que si reparamos una fuente de alimentación, por que nos ha fallado, pensemos también en instalar una nueva batería, si vemos que la nuestra tiene problemas a la hora de cargar.
Finalmente, si sufrimos averías continuadas de fuentes de alimentación es un claro indicador de que hay otra avería que lo produce.