Las condiciones ambientales pueden afectar de forma directa al funcionamiento y rendimiento de los sistemas informáticos. En esta ocasión, vamos a referirnos al impacto de la humedad excesiva y a las medidas para prevenir sus efectos.
Las condiciones ambientales de alta humedad pueden ocasionar la corrosión de los componentes internos del Pc y la degradación de algunas de sus propiedades esenciales, como la resistencia eléctrica o la conductividad térmica.
En casos extremos, la humedad puede ocasionar cortocircuitos, provocando desde la pérdida de datos hasta el daño físico de algunos componentes del sistema.
Generalmente, los ordenadores suelen encontrarse en ambientes con un nivel aceptable de humedad relativa, como pueden ser oficinas donde las condiciones ambientales se regulan a través de sistemas de aire acondicionado.
Sin embargo, no suele ocurrir lo mismo con los dispositivos móviles y Pc portátiles que, en ocasiones, pueden verse expuestos a situaciones límite.
Uno de los problemas más habituales es el vertido directo de líquido debido a lluvia, salpicaduras de agua por utilizar el portátil en la playa o cerca de la piscina, o cafés o refrescos que, por accidente, acaban derramándose encima del sistema.
En otras ocasiones, la humedad puede condensarse de forma interna sin que el usuario se percate de ello. Muchas veces esto ocurre cuando se somete al equipo a cambios bruscos de temperatura.
Un ejemplo típico sería un portátil que se enciende en una oficina que cuenta con aire acondicionado, inmediatamente después de haber sido transportado en un vehículo expuesto directamente al sol.
Entre las medidas básicas para prevenir condiciones de humedad extrema que puedan dañar los Pc se encuentra la no exposición directa a líquidos, salpicaduras, o ambientes con excesiva humedad.
Asimismo, deberían evitarse los cambios bruscos de temperatura y esperar a que los sistemas se aclimaten antes de encenderlos de nuevo.